Sábado, 28 de julio de 2018

Hoy, mi mamá se fue, murió.

Después de más de tres años de luchar contra el cáncer de pulmón finalmente terminó esta batalla. Fue un periodo muy duro para todos. Fue un periodo dónde se pasa por etapas de esperanza, de negación, de aceptación, etc. Fue un periodo que deja muchas marcas en nosotros, muchas enseñanzas, muchas oportunidades, mucha reflexión, mucha alegría, mucha tristeza, mucho vacío y mucha motivación para vivir.

Quiero agradecer a cada persona que estuvo al tanto de la salud de mi mamá, que la visitó, que le llamó, que le cocinó, que la cuidó, que la procuró, que la animó y que hizo cualquier cosa porque su vida fuera mejor. Todas estas personas realizaron actos de compasión y de empatía. Éstos son actos que no hay forma de pagarlos y son de los que se siente un profundo agradecimiento.

Mi madre fue una persona que no tuvo una vida fácil. Fue una persona que siempre admiraré y que me deja una referencia de vida muy alta. Fue una persona que salió del campo para enfrentarse sola a la vida en la Ciudad de México. Sin haber tenido una vida académica mayor a la básica, tuvo la valentía, el coraje y la visión de ir en busca de una mejor vida. Aquí encontró peligros, abusos y violencia y a pesar de todo esto fue capaz de superarlo, de salir adelante. Esto le forjó un carácter muy aguerrido y combativo, le hizo ser una mujer fuerte. El tiempo pasó y un día conoció a un hombre maravilloso, mi padre. Este sería la persona que estaría a su lado por el resto de su vida. Con él inicio una vida, siempre con altibajos, pero siempre enfrentando situaciones como pareja. Tuvo dos hijos, mi hermano y yo. Dos personas a las que les sembró valores como la valentía, el respeto, la justicia, la defensa de sus ideales, la solidaridad, el valor del trabajo, el cariño por los animales, la importancia de las herencias rurales, etc. Tuvo la visión de que la mayor herencia que les dejaría era la educación, así que hizo todo lo que estuvo a su alcance para proveer instrucción académica y cultural.

Mi madre fue una persona que quiso mucho a su familia. Quiso mucho sus sobrinos y a los hijos de sus sobrinos. Hasta las últimas semanas de su vida, hablaba de algunos de ellos y nos pedía, a sus hijos, ver la posibilidad de establecer contacto con ellos y de mejorar sus condiciones de vida. Quiso mucho a sus hermanos con quienes mucho tiempo estuvieron distanciados. Los ayudó y los defendió siempre que le fue posible. Quiso mucho a su madre, con quien llevó una vida muy difícil y hasta el día de su partida combatió con los demonios del pasado. Quiso mucho a su padre, con quien hubo años de distanciamiento en la convivencia, pero que en los últimos años estuvo al pendiente de él y su salud, a pesar de la distancia espacial.

Mi madre fue estilista. Fue su trabajo durante más de 30 años. Fue muy buena en eso y reconocida por sus clientas (mayormente mujeres) a quienes conservó por varios lustros. Lo realizó hasta los inicios de su enfermedad. Me enseñó varias cosas de esa actividad. Fue una persona muy comprometida con su trabajo y la calidad en él. Solía abrir su salón de belleza a las 10:00 horas y cerrarlo a las 21:00 horas, no sin antes atender adecuadamente a sus clientas. Este trabajo le dio los recursos necesarios para proveer a su familia de lo que esta requería, principalmente alimentación y educación.

Mi madre siempre procuró la mejor educación posible, junto con mi padre. Ellos no gozaban de holgura económica, pero siempre priorizaron invertir en la mejor educación que le pudieran dejar a sus hijos. Así fue que pudimos acudir a escuelas privadas, lo que en esos momentos ellos creyeron era mejor, en donde además de la educación ordinaria podíamos aprender idiomas, practicar actividades artísticas y culturales. De ahí que pudimos pasar por actividades como la pintura, la danza, las artes marciales y la ejecución de instrumentos como el piano y la guitarra.

Mi madre murió en casa, muy tranquila, tras una noche de haber dormido con mi papá. Se fue en paz, se fue sin dolor.

El día que inicié esta sección de mi página, para comunicarle a todos los que me preguntaron sobre el estado de salud de mi mamá, no imaginé que la cuenta de días restantes de su vida marcaría 26. Pensé que pasaríamos unos pocos más.

Mi madre nos deja con muchos ejemplos muy valiosos. Nos dio el ejemplo de ser una madre que impulsó a sus hijos para desarrollarse y nunca los obstaculizó. De ser una trabajadora comprometida con la calidad y el servicio. De ser solidaria con su familia. De ser una buena persona. Ahora nos queda tomar esos ejemplos e integrarlos a nuestras vidas.

Finalmente, llegó el momento de despedirnos. Pude despedirme con un beso en su fría y pálida frente y le dije Mami, ¡Fue un buen viaje!, gracias por todo.

Lunes, 16 de julio de 2018

Ya han pasado dos semanas desde que mamá salió del hospital. En todos estos días ha estado estable, ha comido bien, no ha tenido momentos de dolor y, de manera general, puedo decir que su condición ha sido buena.

Ha recuperado movilidad de su lado izquierdo, creo que en gran medida por el tratamiento de radioterapia que se le administró en esta última hospitalización. Ya puede mover más su brazo y puede realizar mayor presión con su mano. Su pierna aún permanece con cierta inmovilidad aunque también hay avances menores.

Ha recibido la visita de familiares y amigos a lo largo de los días y esto ha sido una gran influencia positiva para su condición. Las visitas son importantes porque le permiten tener situaciones fuera de lo ordinario. Les agradecemos mucho por las visitas.

Hemos avanzado en otro aspecto: la ubicación. Mientras los primeros días permanecía solamente en su habitación, ahora la hemos trasladado a la sala en un reposet. Esto también ha abonado a una mejora anímica. Nuestro plan es lograr salir a la calle a dar paseos.

Lunes, 2 de julio de 2018

Este día, lunes 2 de julio, mi mamá fue dada de alta en la tarde y tras varias horas de preparación finalmente salió del hospital a eso de las 21:30 horas rumbo a su casa.

Ayer también concluyó su tratamiento de radioterapia que consistió de diez sesiones diarias, iniciadas desde el lunes de hace dos semanas y suspendida sólo el viérnes de la primera semana. Este tratamiento, con enfoque meramente paliativo, tuvo por objetivo evitar o minimizar el incremento tumoral en el cerebro, derivado de una metástasis detectada en el último PET practicado a mediados de junio.

Dada la condición física y de toxicidad, su oncólogo mencionó que ya no hay otro tratamiento más que ofrecerle, por lo que se espera la evolución natural de la enfermedad. Por parte de los médicos de Medicina Paliativa, se continúa la administración de medicamentos que minimicen los malestares y continuará su seguimiento de la evolución de la enfermerdad y atención en la regulación de las dosis de los medicamentos. Por último, la médico de radioterapia tampoco tiene más tratamiento que adminitrarle, además de que ya no ser candidata a tratamiento de radioterapia, ni en la cabeza, ni en el pulmón.

A partir de este momento, todo se enfoca a ofrecer calidad de vida. Esto significa procurar la mejor condición (emocional, sicológica, ocupacional, social, etc.). Considero muy importante hacer explícito que a partir de este momento, que incluso desde hace tiempo ya se considera una fase irreversible de su enfermedad, se busca aún más su bienestar.

Personalmente, quiero expresar mi agradecimiento, que seguramente comparte mi hermano y mi papá, a todas las personas que han estado cerca de ella mediante visitas, sesiones de cuidado o estando al tanto de su estado.

Muy probablemente el tiempo que ella esté con nosotros no sea mucho, así que es momento de aprovechar este tiempo que aún es posible compartir con ella.